La sarna es una enfermedad de la piel causada por ácaros que afecta a muchos animales. En los perros, el causante puede ser uno de tres ácaros microscópicos: Cheyletiella, Demodex o Sarcoptes. Cada uno de ellos provoca un tipo diferente de sarna y produce síntomas variables pero similares. Debido a que los tratamientos para la sarna varían según el tipo y la gravedad, es esencial llevar a tu perro a un veterinario si sospechas que la padece. El veterinario le realizará un examen físico, tomará muestras de la sarna, le recetará medicamentos y le administrará tratamientos. Sigue leyendo para aprender más acerca de cómo curar la sarna.
Identifica la Sarna
Si sospechas que tu perro tiene sarna, lo primero que debes hacer es llevarlo al veterinario. Los tratamientos varían para los diferentes tipos de sarna y algunos medicamentos pueden ser tóxicos, así que lo mejor es obtener un diagnóstico preciso de un veterinario que te puede asesorar sobre el tratamiento correcto.
Trata la Sarna
Si tu perro tiene sarna, debes mantenerlo alejado de cualquier otro animal para evitar que también se infecte. Asegúrate de que tu perro esté seguro y en un ambiente cálido.
El tratamiento de tu perro va a depender del tipo de sarna que tiene y esto solo lo puede determinar con certeza un veterinario con licencia. Algunos perros necesitan baños especiales, medicamentos recetados o, incluso, inyecciones para tratar su sarna. Con el fin de evitar que los ácaros se escondan en la ropa de cama o el collar de tu perro, debes sacar estos elementos y reemplazarlos.
Evita la Recurrencia
Si tu perro estaba infectado con sarna sarcóptica o queiletielosis, tendrás que tratar a todos los perros u otros animales con los que tu mascota esté en contacto frecuentemente; de lo contrario, se podría volver a infectar. Habla con tu veterinario acerca de cómo tratar a tus otros animales domésticos para evitar la recurrencia de la sarna en tu perro. El veterinario puede analizar muestras de piel para confirmar que los ácaros no han regresado. No intentes tratar la sarna recurrente sin consultar con tu veterinario primero, ya que algunos tratamientos pueden ser tóxicos si se utilizan más de una vez en un período de tiempo demasiado corto.
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